Un puntaje de crédito tiende a ser dinámico y puede cambiar con el tiempo según las deudas que tengas, cómo administres tus cuentas o conforme pase el tiempo. No confíes en las “soluciones rápidas” para mejorar tu puntaje de crédito.
Para establecer crédito de manera sabia, aprende cuáles son algunos de los factores que comúnmente afectan a los puntajes de crédito y cómo puedes usarlos para fortalecer tu crédito:
1. Carácter.
Un prestamista puede determinar cuán fiable es que pagues una deuda a partir de tu historial crediticio. Es probable que los prestamistas analicen elementos como tu uso de crédito, pago de facturas, historial residencial y, en ocasiones, cuánto tiempo has estado en tu lugar de trabajo actual.
Una de las maneras más efectivas de fortalecer tu fiabilidad crediticia es realizando pagos a tiempo. Algunas compañías de tarjetas de crédito ofrecen alertas automáticas gratuitas para ayudarte a mantener el control de tus saldos, fechas de pago, historial de pago y actividad de compras.
2. Capital.
Muchas veces, un prestamista querrá saber si tienes activos de valor, como bienes inmuebles, propiedad personal, inversiones o ahorros, con los que podría pagar una deuda si no tuvieras ingresos disponibles.
Aprende las mejores maneras de ahorrar para tus metas, obtener esto activos de valor y posiblemente mejorar tu crédito.
3. Capacidad.
Se refiere a tu capacidad para liquidar la deuda. Los prestamistas por lo general verán si has trabajado con regularidad y recibes ingresos regulares para apoyar tu uso de un crédito en particular. Pueden analizar tu salario, confirmar si tienes préstamos o deudas existentes y evaluar si tienes familiares que dependan de tus ganancias.
4. Garantía colateral o prendaria.
Un prestamista puede exigir que presentes una garantía, como una propiedad o un activo, para un préstamo para automóvil y otros tipos de préstamos. Cuando obtienes un préstamo para automóvil, el vehículo que compras por lo general se utiliza como garantía del préstamo.
5. Condiciones.
Se refiere al estado de la economía y cómo podría afectar su capacidad para pagar el préstamo.
Para asegurarte de que no estés asumiendo más de lo que razonablemente eres capaz de pagar, puede resultado conveniente seguir la regla 20-10. Recomienda que evites solicitar préstamos por más del 20 por ciento de tus ingresos anuales netos (sin incluir préstamos hipotecarios) y que los pagos de dichos préstamos no deben exceder el 10 por ciento de tus ingresos mensuales netos.
Uso de una cuenta de tarjeta de crédito con depósito de garantía
Una cuenta de tarjeta de crédito con depósito de garantía, también conocida como “tarjeta armadora”, aunque no está disponible en todas partes, es una de las mejores opciones si abrirás tu primera cuenta de tarjeta de crédito o intentas reconstruir un puntaje de crédito dañado. La ventaja principal de una tarjeta de crédito con depósito de garantía es que no puedes usarla para gastar más de lo que puedes. Realizas un depósito inicial para abrir una tarjeta con depósito de garantía y solo puedes gastar hasta el 100 por ciento de ese depósito. Por ejemplo, si depositas 500 USD en la cuenta, puedes realizar hasta 500 USD de compras con la tarjeta con depósito de garantía.
Si constantemente realizas tus pagos a tiempo, quizá sea posible transformar la tarjeta con depósito de garantía en una sin depósito de garantía de otro emisor de tarjetas de crédito, mejorando así tu puntaje de crédito. Las tarjetas sin depósito de garantía no requieren un depósito inicial para abrirlas y es posible que gastes más de lo que puedes pagar. Por esta razón, las tarjetas con depósito de garantía son la mejor opción hasta que estés seguro de que siempre gastarás sin exceder su presupuesto y que liquidarás tu saldo de manera puntual.